Literatura de 4° año de la Prof. Silvina Rosignoli
"El uso de la palabra para todos me parece un buen lema de bello sonido democrático, no para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo" Gianni Rodari
domingo, 13 de enero de 2013
MITOS, FÁBULAS Y LEYENDAS
Ya hablamos sobre los cuentos y su adaptación para la radio. Pero la familia narrativa, a la que pertence el cuento, es muy fecunda. En ella hay muchas más formas, es decir, muchos más formatos.
viernes, 14 de diciembre de 2012
¿CÓMO ADAPTAR CUENTOS PARA HACER UN RADIOTEATRO?
Tres trucos para una buena adaptación radiofónica.
Hay cuentos para dar y tomar. Cuentos infantiles y de adultos, cuentos realistas y de pura fantasía, cuentos de amor y de terror, históricos y de aventuras, cuentos de la tradición oral y otros que encontramos en internet.
El cuento pertenece a la “familia narrativa”. Es decir, en un cuento el narrador o la narradora son decisivos. En la “familia teatral”, por el contrario, los personajes y sus diálogos ocupan prácticamente la mayor parte del tiempo. En un cuento no. Incluso muchos escritores de cuentos prescinden de estos diálogos y escriben párrafos y párrafos de pura narración.
Si queremos adaptar un cuento para radio, la solución más fácil sería leerlo a una voz ante el micrófono con un fondo musical. Y listo. Pero podemos ser más creativas, más imaginativos. ¿Cómo hacerlo?
Lo primero es elegir bien el cuento. Que no sea muy enredado, que lo pueda entender la gente y le guste. Que tenga acción, que no sea muy intimista. Y que tampoco sea muy largo. Entre cinco y diez minutos es un tiempo razonable para un cuento radiofónico.
Elegido el cuento, hay que “marcarlo”. Toma un bolígrafo y señala los personajes, los principales y los secundarios. Separa las escenas para ubicar ahí las cortinas musicales. Sustituye algunas palabras difíciles o muy locales por otras de más fácil comprensión.
Hecho esto, aquí van los tres trucos princiaples para una buena adaptación:
1- Describir los sentimientos con música
Con las “cortinas” separamos las escenas. Pero con los “fondos” las calentamos. Si la escena es de amor, pon de fondo música romántica. Si es de miedo, pon música de suspense. (Si no tiene grandes emociones, no pongas ningún fondo.) Puedes traducir muchos sentimientos de los personajes descritos por el narrador poniendo los fondos adecuados.
2- Describir el ambiente y las acciones con efectos
Muchas descripciones del paisaje o de lo que ocurre en la historia pueden sustituirse con los efectos de sonido correspondientes. Si en el cuento se anuncia una tormenta, bastan unos truenos lejanos para sugerirla. Si los personajes esperan la llegada de un auto, pon un ruido de motor que se acerca.
Los efectos le dan color a la narración. A veces, pueden sustituir a las palabras que los describen. Otras veces, reforzarlas. Por ejemplo, supongamos que en el cuento se dice: “Gira que te gira el viento, y no se cansa el viento de girar.” Este lindo texto perdería si lo eliminamos y sustituimos simplemente por un silbido de viento. En este caso, podemos mantener las palabras y las reforzamos con el efecto.
3- Traducir la narración de los hechos a diálogos
Este es el mayor desafío que enfrenta quien adapta. Para conseguirlo, debe haberse familiarizado con los personajes del cuento, porque los va a hacer hablar según sus caracteres. El mejor punto de apoyo para lograr esto son los diálogos ya existentes en el mismo cuento, aunque tal vez sean breves.
Atención. No se trata de eliminar al narrador, pero sí de desplazar el acento de la historia hacia escenas teatralizadas por los actores.
Dicen que el arte de quien adapta consiste en combinar la fidelidad al autor del cuento con la libertad para traducir su obra al lenguaje propio del medio radiofónico.
fuente: http://radialistas.net
Hay cuentos para dar y tomar. Cuentos infantiles y de adultos, cuentos realistas y de pura fantasía, cuentos de amor y de terror, históricos y de aventuras, cuentos de la tradición oral y otros que encontramos en internet.
El cuento pertenece a la “familia narrativa”. Es decir, en un cuento el narrador o la narradora son decisivos. En la “familia teatral”, por el contrario, los personajes y sus diálogos ocupan prácticamente la mayor parte del tiempo. En un cuento no. Incluso muchos escritores de cuentos prescinden de estos diálogos y escriben párrafos y párrafos de pura narración.
Si queremos adaptar un cuento para radio, la solución más fácil sería leerlo a una voz ante el micrófono con un fondo musical. Y listo. Pero podemos ser más creativas, más imaginativos. ¿Cómo hacerlo?
Lo primero es elegir bien el cuento. Que no sea muy enredado, que lo pueda entender la gente y le guste. Que tenga acción, que no sea muy intimista. Y que tampoco sea muy largo. Entre cinco y diez minutos es un tiempo razonable para un cuento radiofónico.
Elegido el cuento, hay que “marcarlo”. Toma un bolígrafo y señala los personajes, los principales y los secundarios. Separa las escenas para ubicar ahí las cortinas musicales. Sustituye algunas palabras difíciles o muy locales por otras de más fácil comprensión.
Hecho esto, aquí van los tres trucos princiaples para una buena adaptación:
1- Describir los sentimientos con música
Con las “cortinas” separamos las escenas. Pero con los “fondos” las calentamos. Si la escena es de amor, pon de fondo música romántica. Si es de miedo, pon música de suspense. (Si no tiene grandes emociones, no pongas ningún fondo.) Puedes traducir muchos sentimientos de los personajes descritos por el narrador poniendo los fondos adecuados.
2- Describir el ambiente y las acciones con efectos
Muchas descripciones del paisaje o de lo que ocurre en la historia pueden sustituirse con los efectos de sonido correspondientes. Si en el cuento se anuncia una tormenta, bastan unos truenos lejanos para sugerirla. Si los personajes esperan la llegada de un auto, pon un ruido de motor que se acerca.
Los efectos le dan color a la narración. A veces, pueden sustituir a las palabras que los describen. Otras veces, reforzarlas. Por ejemplo, supongamos que en el cuento se dice: “Gira que te gira el viento, y no se cansa el viento de girar.” Este lindo texto perdería si lo eliminamos y sustituimos simplemente por un silbido de viento. En este caso, podemos mantener las palabras y las reforzamos con el efecto.
3- Traducir la narración de los hechos a diálogos
Este es el mayor desafío que enfrenta quien adapta. Para conseguirlo, debe haberse familiarizado con los personajes del cuento, porque los va a hacer hablar según sus caracteres. El mejor punto de apoyo para lograr esto son los diálogos ya existentes en el mismo cuento, aunque tal vez sean breves.
Atención. No se trata de eliminar al narrador, pero sí de desplazar el acento de la historia hacia escenas teatralizadas por los actores.
Dicen que el arte de quien adapta consiste en combinar la fidelidad al autor del cuento con la libertad para traducir su obra al lenguaje propio del medio radiofónico.
fuente: http://radialistas.net
domingo, 25 de noviembre de 2012
“Oda heroica a las hermanas Mirabal”,
«No hubo blancura igual a su blancura,
nardo, azucena, lirio…magnolia de su carne,
carne hecha para el beso, fue pasto de las balas,
las Mirabal cayeron bajo el plomo cobarde.
No hubo dulzura igual a su dulzura,
los ríos se crecieron para llorar por ellas,
palomas con el pecho florecido en claveles,
las Mirabal cayeron de cara a las estrellas.
Ayudadme a subirlas al pedestal de piedra,
donde grava la historia los nombres de sus mártires,
ayudadme a decir qué cosa grande hicieron
estas mujeres- cíclopes, estas mujeres-ángeles
El ojo de la bestia les siguió la pisada,
ojo y plomo a la espalda, como hacen los cobardes,
la tierra abrió los brazos para ceñir sus cuerpos,
las Mirabal cayeron taladas como árboles…»
Las manos del verdugo deshojaron los nardos,
cortaron, como tallos las lenguas silenciadas,
las estrellas besaron su carne por vez última,
Las Mirabal cayeron con el plomo a la espalda.
Mas ya el nardo no es nardo, pues se ha vuelto piedra,
piedra el enhiesto puño. Piedra la frente alta,
piedra el pecho y los ojos y la boca sin lengua.
Las Mirabal cayeron para alzarse en estatuas.
Y sus bocas, sin lenguas, han de seguir hablando,
y sus tres corazones palpitando en la piedra,
perennemente vivas en el alma del pueblo,
Las Mirabal cayeron para volverse eternas.
Poema épico de la dominicana Carmen Natalia Martínez (fragmento)
nardo, azucena, lirio…magnolia de su carne,
carne hecha para el beso, fue pasto de las balas,
las Mirabal cayeron bajo el plomo cobarde.
No hubo dulzura igual a su dulzura,
los ríos se crecieron para llorar por ellas,
palomas con el pecho florecido en claveles,
las Mirabal cayeron de cara a las estrellas.
Ayudadme a subirlas al pedestal de piedra,
donde grava la historia los nombres de sus mártires,
ayudadme a decir qué cosa grande hicieron
estas mujeres- cíclopes, estas mujeres-ángeles
El ojo de la bestia les siguió la pisada,
ojo y plomo a la espalda, como hacen los cobardes,
la tierra abrió los brazos para ceñir sus cuerpos,
las Mirabal cayeron taladas como árboles…»
Las manos del verdugo deshojaron los nardos,
cortaron, como tallos las lenguas silenciadas,
las estrellas besaron su carne por vez última,
Las Mirabal cayeron con el plomo a la espalda.
Mas ya el nardo no es nardo, pues se ha vuelto piedra,
piedra el enhiesto puño. Piedra la frente alta,
piedra el pecho y los ojos y la boca sin lengua.
Las Mirabal cayeron para alzarse en estatuas.
Y sus bocas, sin lenguas, han de seguir hablando,
y sus tres corazones palpitando en la piedra,
perennemente vivas en el alma del pueblo,
Las Mirabal cayeron para volverse eternas.
Poema épico de la dominicana Carmen Natalia Martínez (fragmento)
miércoles, 25 de julio de 2012
lunes, 14 de mayo de 2012
sábado, 21 de abril de 2012
LA TELESITA
LA
TELESITA
(Chacarera)
Letra:
Agustín Carabajal
Música:
Andrés Chazarreta
Telesita
la manga mota
|
¡Ay!
Telésfora Castillo
|
tus
ropitas están rotas
|
tus ojos
no tienen brillo
|
por las
costas del Salado
|
lo has
perdido tras del monte
|
tus pasos
van extraviados.
|
o
buscando el horizonte.
|
|
|
No
preguntes por tu amor
|
Con un
bombo soñador
|
porque
nunca lo hallarás
|
y un
violín sentimental
|
un
consuelo a tu dolor
|
un
cieguito al encordao´
|
en el
baile encontrarás.
|
el baile
va a comenzar.
|
|
|
Por esos
campos de Dios
|
Tu
esperanza se perdió
|
te lleva
tu corazón
|
dele
bailar y bailar
|
sin saber
que tu danzar
|
lleva tu
pecho un dolor
|
es tan
solo una ilusión.
|
pero no
sabes llorar.
|
|
|
Rezabaile
del querer
|
Pobre
niña que un fogón
|
con su
música llevó
|
tu
cuerpito calcinó
|
pies
desnudos bajo el sol
|
y en la
noche de los tiempos
|
La
Telesita llegó.
|
todo el
pueblo te lloró.
|
|
|
Estribillo:
|
Estribillo:
|
Y así te
verán bailando
|
Y así te
verán bailando
|
loca en
cada amanecer
|
loca en
cada amanecer
|
como
metida la danza
|
como
metida la danza
|
muy
adentro de tu ser.
|
muy
adentro de tu ser.
|
LA
TELESITA (Jorge Cafrune)
He
venido Telesita,
como
aquel que no hace nada,
a
dejarte el corazón,
y
llevarme tu mirada.
Aquí
me tienes, vidita,
deshecho
por tus amores,
mi
corazón padeciendo,
penas
de todos colores.
Aunque
encerrada te tengan,
en
cal y canto y arena,
si
tu amor es como el mío,
sabrá
borrar las barreras.
Yo
te he’i de querer, vidita,
aunque
todos se me opongan,
soy
un gavilán constante,
cuando
sigo una paloma.
De
vicio te estoy mirando,
cara
a cara y frente a frente,
y
no te puedo decir,
lo
que mi corazón siente.
Telesita,
Telesita,
la
dueña de mis amores,
no
permitas que me acabe,
sin
gozar de tu favor.
Yo
sé que me andas queriendo,
aunque
no me digas nada,
lo
que no dicen tus labios,
me
lo dice tu mirada.
Si
me quemo, no me apagues,
déjame
seguir quemando,
siempre
que sean tus amores,
los
que me estén incendiando.
Ahí
tienes mi corazón,
dale
muerte si tú quieres,
pero
como estás adentro,
si
lo matas, también mueres.
Mucho
me temo, vidita,
no
complacer tus deseos,
si
mi corazón se calla,
los
dos juntos moriremos.
Al
cajón en que me entierren,
que
no lo claven con clavos,
clávalos
vos, Telesita,
con
los besos de tus labios.
Telesita,
Telesita,
la
dueña de mis amores,
no
permitas que me acabe,
sin
gozar de tu favor.
Cosmogonía Guaraní
Ñamandú,
dios supremo de la creación se creó a sí mismo en medio del caos y
las tinieblas. Iluminado por su propio corazón, ya que el sol no
existía, se irguió desde los pies y convirtió sus brazos y manos
en ramas que agitaba el viento.
Una
corona de flores rodeó su cabeza mientras revoloteaba el colibrí,
el pájaro primero.
Después
creó la palabra (ayvú) -lo que confiere a los guaraníes su
condición de elegidos y destinados a la inmortalidad-, entendida
como la expresión de la humanidad como colectividad solidaria, no
como ser individual.
De
sus palabras surgieron luego los dioses, padres de los hombres:
Jakairá, Karaí, Tupá y Ñamandú Py’a Guasú.
Luego
desplegó la tierra y la bóveda celeste a la que sostuvo con cuatro
palmeras pindó azul, al Este, Al Oeste, al Norte y al Sur, y agregó
otra en el centro.
Una
vez concluida esta parte, surge el mundo subterráneo, el terráqueo
y el acuático, así como el día y la noche.
Más
tarde entregó a cada dios creado de su palabra una facultad sobre
las cosas: dio a Tupá el agua y lo fresco, a Karaí el fuego y el
calor, a Jakairá la niebla y el humo, a Ñamandú Py’a Guasú el
coraje.
Al
fin y al ver que ya estaban dadas las condiciones materiales creó a
los seres humanos con parte de la niebla y ordenó a Karaí que les
pusiera algo de fuego en el corazón y a Tupá que les cediera un
poco de frescura.
Luego,
les dio a los hombres sus leyes para que las aprendieran y las
cumplieran.
Cumplida
su tarea, se retiró a descansar.
Basado
en el libro:
Ayvy
Rapyta—León Cadogan
Adaptación
escolar realizada por:
- Virgilio Oscar Benitez (Karai Henchyroã)-Maestro de Lengua y Cultura Guaraní Escuela Intercultural Bilingüe Nº .Mbororé.
- José Javier Rodas-Docente Especialista en Alfabetización Intercultural Escuela Intercultural Bilingüe Nº .Mbororé.
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